
Brillante en todos los sentidos. M.Night Shyamalan, nos hace vibrar con la tensión de este film.
Un reverendo (Mel Gibson) retirado por cuestionarse la fe, al ver morir a su esposa, vive en una granja con sus dos hijos y su hermano. Empiezan a aparecer unas marcas en sus campos, que se van desenvocando en hechos insólitos y aterradores.
Todo en la película es genial, desde la elección de actores, al guión y el planteamiento de las escenas.
Mel Gibson borda su papel, así como Joaquin Phoenix (al cual, últimamente parece habersele ido la olla, anuncia su retirada, tiene escándalos con los periodistas,...), y los dos niños lo hacen francamente bien.

Tiene escenas maravillosas, como la de Phoenix con sus dos sobrinos, con sombreros de papel de plata, o la terrorífica escena del vídeo doméstico donde se ve al primer extraterrestre (a mi se me puso la piel de gallina la primera vez que la vi). Todas muy bien planteadas. Da miedo e intriga sin desvelar mucho, lo cual es la firma de su director, y casi siempre asusta más lo que no se ve, que lo que se puede ver con toda facilidad. En esto último, Nigth es un maestro.

Es una película redonda, una de las mejores del género que trata, y sin duda merece más de un visionado, si aún no la habéis visto, por favor, animaros a verla, sin duda os encantara.
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