Un musical, un drama que se convierte en romance y ligera comedia, todo esto es la pequeña pero a la vez gran película dirigida por John Carney con Keira Knigthley y Mark Ruffalo como principales protagonistas.
El argumento puede parecer bastante simplón: Greta (Keira) llega a Nueva York junto a su novio de toda la vida, Dave (Adam Levine), y cuando este último consigue cierta fama musical, la abandona. Despechada, se va a pasar unos días a casa de un amigo, el cual la intenta animar llevándola a un pub donde actúa cantando. Greta acaba interpretando un tema, y es escuchada por un productor musical (Ruffalo) recién despedido y en horas bajas, pero que queda prendado de su música. Por supuesto, le propone una alianza musical, y ver que sale de todo esto.
Aunque simplón, la narrativa que nos propone Carney, lo convierte en una delicia para los sentidos. La trama bien adornada de grandes momentos musicales, nos lleva desde un principio dramático y en cierta manera pesimista, hacia un comedia ligera de buenrollismo que te pone las pilas y acabes con un subidón de optimismo al terminar de ver la película.
Además, Carney ha sabido elegir un cast ajustado a lo que quiere. Ruffalo y Keira, están perfectos en sus papeles , y entre los dos se establece una gran química que traspasa la pantalla y es capaz de involucrarnos dentro de su historia. De Ruffalo ya sabía que esto podía ocurrir, peor por parte de Keira, ha sido una gran sorpresa, una grata sorpresa. Pero no se acaba aquí, pues los actores elegidos para los roles secundarios, también están perfectos. A destacar Adam Levine, el lider de Maroon 5, que con esta su primera aparición en cine, sorprende por su ajustado trabajo. Katherine Keener, Mos Def, Hailee Steinfeld, y James Corden, acaban por poner la guinda al pastel.
Si sois de los que renunciáis de las películas musicales, esta puede ser una buena excepción para empezar a verlas de otra manera. La música que aparece, no es parte de la trama, sino que te permite asistir a pequeñas interpretaciones, que son grandes momentos en la película. Es decir, la música no narra (aunque en cierta manera las letras tienen su significado), y esta para el disfrute del espectador.
Una película amable, que destila positivismo por todas partes, con buenas actuaciones, y que es una buena manera de pasar cualquier momento del día. No es una gran película, pero si de ese cine muy recomendable.
P.D. Para muestra os dejo con uno de los temas principales de la película, Lost Star en la versión interpretada por Keira Knigthley (sí, es ella la que canta).
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