Se deja ver.
La verdad, es un telefilm un poco más duro de los que ponen en las sobremesas de los sábados y domingos.
Un funcionario del departamento de seguridad (Richard Gere), que controla a criminales sexuales, esta a punto de jubilarse, y se convierte en mentor de sus sustituta (Claire Danes). Entre medio, surge una desaparición de una adolescente, que parece relacionada con uno de los criminales que controla.
La trama podría dar más de si, de hecho, estamos cansados de verlo en la realidad, y es duro verlo en una película, pero podría haberse trasladado mejor, para acercarnos aún más al protagonista y su lucha (obsesionada por mantener a raya a estos subnormales) contra los criminales. Es más dura que un típico telefilm, pero también resulta muy típica, aderezada por unos cambios de cámara erráticos, y unos cuantos flashback que no están muy bien montados en la película.
Se esperaba más del director (Andrew Lau), pues es un cineasta de culto asiático, y este era su primer largometraje norteamericano. Incluso Martin Scorsese revisiono en "Infiltrados" (excelente película), una de las suyas :"Infernal Affairs".
Los protagonistas, se dejan llevar. El que mejor está es Richard Gere, que por cierto esta por encima de lo que suele ser normal en sus trabajos, y se nota que se esfuerza en hacer su papel (qui
zás por las implicaciones emocionales de su personaje en la ficción), Claire Danes, por el contrario, no esta nada afortunada en sus registros, y no son muy creíbles.Los personajes no están bien dibujados, y no hay mucha profundidad en ellos, no llegamos a saber gran cosa de sus vidas (¿están casados, divorciados, tiene hijos,....?) y eso nos hace distanciarnos aún más de la película, lo cual debería ser al revés, para poder llegar a empatizar bien con los sentimientos de los personajes, ya que el argumento es duro, y desgraciadamente demasiado real.
En fin, sino hay nada que ver, se deja visionar.
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