Dirigida por Ron Howard, la película es un estupenda aventura, un gran pasatiempo, pero no una gran película.
Nos cuenta la historia real en la que se baso Herman Melville para escribir su novela Moby Dick. Alejada por lo tanto de lo que ya nos contó John Huston, lo que se nos muestra en pantalla son las dificultades que pasó la tripulación de un barco atacado por una ballena de tamaño descomunal. Aquí la ballena no es la protagonista, sino que se convierte en un acontecimiento en cierto momento de la película, de la que se deriva todo lo que se nos cuenta en el film. Y es así, pues el verdadero protagonista, es el mar, el océano, su belleza y su peligro, todo junto y bien mezclado. Un disfrute visual, que aunque sepamos que estamos ante CGI, y que todo pasó en un estudio con un tanque de agua, no llega a quitarle encanto, o ¿no lo hacían también las películas de los 50 y 60, y era aún más evidente que se trataban de maquetas de barcos, y grandes tanques de agua?
La película como ya he comentado, se centra en las penalidades de la tripulación, y en concreto en tres de ellos: el capitán, su primer oficial, y un marinero inexperto. Entre ellos veremos desplegado un buen número de sentimientos, y eso a pesar de que no se llega a profundizar mucho en ninguno de ellos.
También es fácil ver cierta denuncia (eso espero) ecológica por lo que significaban aquellos balleneros. Sus presas eran abiertas para obtener el aceite con el que iluminar lámparas, y el resto de desechaba. En no pocas veces se nombra la escasez de ballenas, algo que se derivó por completo de esta practica, que aunque nos hizo avanzar en nuestra civilización, sin duda fue un gran accidente en contra de la naturaleza y de estos maravillosos animales.
En la pelicula tenemos a Chris Hemsworth como primer oficial. Luce maneras, y da buenas muestras de actuación más allá de Thor. Le acompañan Benjamin Walker, Tom Holland y Cillian Murphy. Con menos oportunidad para lucirse, no lo hacen nada mal. En la parte de la narrativa (pues la película es narrada), tenemos a Brendan Gleeson y a Ben Whishaw, y como curiosidad, una breve pero intensa aparición del español Jordi Mollá.
En definitiva, una estupenda película de aventuras para poder disfrutar en familia (aunque no con los más pequeños de la casa), un atractivo disfrute visual, pero no la gran película de Moby Dick que alguno podía esperar. La recomiendo.
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