Aunque en su última incursión en la dirección, pudimos ver a un Michael Bay muy diferente, con esta película vuelve por sus fueros, pero con la salvedad de que se acerca más a títulos como La Roca, que a los temibles episodios de Transformers.
Sí es verdad que Bay te puede dar una de cal y una de arena en su cine, pero también es cierto, que salvo la franquicia de los robots ya citada, su cine suele ser por lo menos un buen pasatiempo. Y es lo que nos da en 13 Horas, pura acción, los valores típicos de su cine (amistad, familia, ...), y si eres capaz de soportar el exceso de patriotismo, es lo que vas a encontrar en 13 horas.
Basada en un hecho real, donde el consulado americano en Libia es atacado, y también la base secreta de la CIA que mantiene cerca. Tan solo contando con un puñado de militares, se logró resistir en cierta manera el asalto, como si de un nuevo El Álamo se tratara.
La película nos sitúa bien dentro del contexto sociopolítico que se vivía hace bien poco en Libia y con los Americanos controlando de alguna manera todavía. La primera hora de metraje, es lo que nos cuenta, acompañándolo de cierta definición de los personajes y sus motivaciones para permanecer en el sitio. Es cierto, que quizá carezcan de la suficiente profundidad, y que a lo mejor la segunda hora habría ganado enteros, si esa definición hubiera sido mejor, y algo más alejada de los tópicos, pero aún con todo, a partir de mitad de película, Bay desata su lado más vigoroso, y nos muestra grandes escenas de acción, donde es fácil meterse dentro de la batalla, y oír como silban las balas a tu alrededor. Yo puedo decir que dejando de lado todo el patriotismo que destila la peli, disfrute como un enano, aunque es verdad que a veces soy bastante fácil de contentar con este tipo de cine.
Los actores con casi desconocidos, algo que es un acierto para ayudar a centrar la vista en lo que esta pasando en pantalla. Tan solo un vitaminado John Krasinki y James Badge Dale, son los rostros conocidos. Ambos están a la altura de las circunstancias. y por lo menos para mi, ha sido una sorpresa el trabajo de Krasinki, pues no lo veía en un papel de acción.
En definitiva, una peli bélica sin mucha trascendencia a pesar de contar un hecho real, pero que se convierte en un digno pasatiempo. Yo estoy seguro a verla.
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