Una peli de ciencia ficción española, que ya solo por eso, merece ser visionada. Una lástima, todo el conjunto no sea tan bueno como debería haber sido.
Antonio Banderas se pone al frente de la producción y del protagonismo de la cinta. Dirigida por Gabe Ibáñez, la película nos muestra un futuro distopico, donde al Tierra se ha convertido en un paisaje desértico, y de las grandes ciudades, el hombre no puede salir, pues más alla, la radioactividad, y las lluvias ácidas, hacen imposible la vida humana. Para mejorarnos la vida a los humanos, tenemos a los robots. Autómatas sin personalidad, con directrices muy claras, que no dejan que superan a la mente humana, y cuando alguno destaca, debe ser destruido. Jacq Vaucan (Banderas), investiga unos misteriosos hechos, donde un robot esta implicado. Su investigación, puede llegar a cambiar el destino de la humanidad, y de los robots.
¿Qué es lo que falla?, pues la poca personalidad que arroja la pelicula. Todo parece sacado de un menjunje de otras películas del mismo género, pasando sobre todo por Yo, Robot, hasta Blade Runner. Si se le hubiera creado algo más de gancho, la película habría funcionado, pero el resultado llega a ser insuficiente para cualquier aficionado al género. Sin embargo, para el neófito, puede ser una gran propuesta. Banderas se empeña en su actuación, y sobre todo, destaca en su aspecto y estilo visual. Parece mentira que tan solo haya contado con unos 5 millones de euros de presupuesto, pues en esta apartado, esta al lado de cualquier superproducción americana. Además, puede llegar a resultar entretenida si no has visto las pelis antes mencionadas.
El reparto es muy internacional, sin duda pensado en otros mercados fuera de España. Entre ellos, además del ya mencionado Banderas, tenemos a Melanie Griffith, Dylan McDermott y Robert Forster.
Poco más que añadir, tan solo recomendaros su visionado, por ser un ejemplo de cine fuera de lo común en nuestro país, y apoyar este tipo de iniciativas. Hay que ser indulgente, novato o desconocedor del genero, pero merece la pena, es entretenidilla.
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