Una de las película de terror más esperadas este año, que es un remake de la original que dio fama a Sam Raimi.
En esta ocasión, he de decir que el remake hace justicia a su predecesora, y aunque argumentalmente se diferencie en algo, lo que de verdad consigue, es que lo pasemos igual de bien que lo pasamos en los 80 con la primera Posesión Infernal
En esta ocasión, en lugar de ser cinco amigos que van a una cabaña perdida en el bosque a ponerse hasta arriba de porros y alcohol, son cinco amigos, pero que van a ayudar a la desintoxicación de las drogas de una de ellos. Vamos a que pase el mono. Como excusa para quedarse en la cabaña a pesar de lo que se avecina, en esta época de 3G, es que ya ha habido un intento anterior de desintoxicación, y han fallado, y esta vez, no piensan permitir que la yonki se escape. A partir de hay, como en la original, encuentran el fatídico libro, y empiezan a desencadenar la llegada al mundo de un demonio que lo primero que necesita, son las vidas de los cinco jóvenes.
Fede Alvarez, es el nuevo director de esta película. Se cuenta, que Raimi vio el talento que Alvarez destila en sus dos cortos precedentes en You Tube, y decidió contratarlo. Desde luego, un acierto, pues la multitud de guiños al original, y su respeto, hacen que se haya marcado un estupendo remake. Desde luego, no es una película perfecta, pero es que la original, estaba muy lejos de serlo, pues el limitado presupuesto con el que Raimi contaba, no daba ni para mejores actores, ni para grandes decorados.
También se dice mucho, que con esta película se pierde el espíritu amateur de la original, en algo que estoy de acuerdo, pero bienvenido sea este pequeño fallo, si nos lo hace pasar igual de bien. Con lo que si que no estoy de acuerdo, es con lo que se dice en muchos sitios acerca de la perdida de humor. La primera entrega de la trilogía de Posesión Infernal, no destilaba humor precisamente, y si nos reímos con ella, es precisamente por la situaciones que la escasez presupuestaria provocaba, y no sería hasta la segunda película (Terroríficamente Muertos), y sobre todo la tercera (El ejercito de las tinieblas) donde el humor estaba a dosis iguales que con el terror.
En esta ocasión, Fede no ha dudado en mostrarnos el gore en toda su amplitud, y nos regala muchos litros de sangre artificial, mutilaciones y casquería fina. Y además al viejo estilo, artesanalmente, pues el CGI se ha dejado para vagos momentos o para completar escenas. Junto con la ambientación, la fotografía y la estupenda banda sonora de Roque Baños, hace que no descansemos de tensión en casi toda la película, algo de agradecer, aunque tengo que reconocer, que como iba muy preparado al visionado de la película, parece que en el aspecto de aterrorizar y asquear me esperaba un pelín más.
En cuanto a los actores, son casi todos desconocidos, y cumplen su papel, al igual que los limitados actores de la original. Lo que si se hecha de menos, es un tipo con el carisma de Bruce Campbell, pues su sucesora Jane Levy, no es lo mismo que el magnífico Ash. También se hecha en falta ese momento en la original en la que todos estaban poseídos menos nuestro protagonista Ash, pero se comprende por el pequeño giro que se le ha dado al guión. Por cierto, un guión pobre, pero que cumple, pues aquí lo que importa, es ver como van a ir cayendo en los cliches una y otra vez los protagonistas, a pesar de saber que no tienes que ir solo a ningún sitio en una sitación así, jajaja. Los nombres de los actores, son los siguientes: a parte de Levy, tenemos a Shiloh Fernandez, Lou Taylor Pucci, Elizabeth Blackmore y Jessica Lucas, pero lo mismo hubiera sido con otros actores.
En definitiva, una película que no defraudara a los fans de la original (que es algo muy importante), y a los demás, puede gustar, pero si eres de estomago sensible, te pasaras toda la película con los ojos cerrados, o peor. La recomiendo.