Dirigida por el hasta ahora brillante Alexnder Payne, Nebraska ha sido nominada al Oscar a mejor película para este año. Y no sin falta de razón, pues en esta ocasión, Payne, dirige por primera vez un libreto ajeno a sus manos, pero dotándolo de toda su personalidad, dándonos, un drama, con muchos tintes de comedia, donde de nuevo, la normalidad, es bien reflejada en pantalla. Y en cuanto a normalidad, no me refiero a lo que les pasa a los protagonistas (pues dista mucho de ello), sino que de nuevo Payne, nos cuenta una parte de la vida de una familia, no con pocos problemas, pero una familia como hay tantas en el mundo.
Woody, es un anciano al borde de la demencia senil, provocada en parte por su adicción al alcohol. tras recibir una de esas cartas donde te prometen un premio monetario de alto nivel (en esta ocasión 1 millón de dolares), tan solo con suscribirte a una serie de publicaciones, decide emprender un viaje desde Montana, hasta Nebraska, que es donde se localiza el premio. Ante la negativa de toda su familia, y puesto que ya no puede conducir, sigue en su empeño, aunque tenga que ser andando, por lo que el hijo menor, decide llevarlo hasta allí, recorriendo en coche más de 1300 km. en una travesía fuera de lo común, haciendo escala en el pueblo natal de Woody.
Rodada de manera pausada, pero manteniendo la atención sobre lo que esta pasando en todo momento en la película, vemos la extraña. y a la vez entrañable relación que vuelve a nacer entre padre e hijo, ese raro viaje. Se vuelven a descubrir juntos, lo pasan más o menos bien, y a su manera, disfrutan el uno del otro, pues los dos son conscientes del poco tiempo que les puede quedar juntos. De hecho, el empecinamiento de Woody, no es otra cosa que miedo al reproche, al fracaso en la vida como padre y marido, pues ve en el dinero la manera de poder redimirse, pudiendo dejar algo tangible a sus hijos el día que ya no pueda estar con ellos. Además. el estar rodada en un precioso blanco y negro, no hace otra cosa, que acentuar la carga dramática de la película.
Bruce Dern, es Woody, y hace el mejor trabajo de toda su dilatada carrera. Compone un anciano ajado, creíble de principio a fin, y espero que tras la nominación a mejor actor para el Oscar que ha recibido, pueda alzarse con el premio y así convertirse en homenaje a toda su carrera de eterno secundario. Un secundario de lujo en muchas de sus interpretaciones, y aunque en otras no tanto (hay que conseguir el pan), bien merece dicho homenaje. Entre el resto del cast, tenemos a Bob Odenrik, perfecto en su papel, al igual que estaba en la enorme Breaking Bad. Y como compañero de viaje de Dern, tenemos a un no menos perfecto y casi desconocido para mi, Will Forte. Forte, llega a tener tanta química con Dern, que bien podría decirse que son padre e hijo en la vida real.
Planos excelentes, una puesta en escena impecable, un guión, que a pesar de no ser redondo del todo, pero muy valido (y que tampoco es la mejor película de Payne), hacen que la película sea muy recomendable. Un viaje pausado, tranquilo, lleno de personajes interesantes, con muchos sentimientos por el camino, un bonito viaje.
2 comentarios:
Gran relato Padre-Hijo en una carretera recorriendo la historia del primero.
Maravillosa película de uno de los mejores directores del momento. Espero que se lleve algún Oscar, aunque lo tiene complicado... Un saludo.
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