Película de Tim Burton, a la que le tenía puestas muchas expectativas, que desgraciadamente se han diluido. Y no porque sea una mala película, de hecho se deja ver bastante bien, pero a Burton, hay que pedirle algo más, y que no sea simplemente recrear las fascinantes escenas, ambientaciones y decorados tan típicos de él.
Barnabas Collins, es un vampiro. Hace dos siglos, y a consecuencia de un triangulo amoroso, donde estaba de por medio una bruja, Barnabas fue maldecido con ser un vampiro. Y la bruja, que sufre un terrible desengaño amoroso, no se contenta con eso, sino que consigue que lo entierren en un ataúd para que pase la eternidad en una completa oscuridad, y aislamiento. Accidentalmente y a consecuencia de una obras, el ataúd en el que Barnabas reposa, es descubierto, y le permite volver al lado de su familia. La bruja sigue viviendo, y lo sigue deseando, pero su familia ha cambiado mucho.
Johnny Depp, encarna a la perfección a Barnabas, y se nota que esta a gusto con el personaje. Un vampiro de los de antes, con toda su mugre, y su comportamiento caballeroso, a la vez que despiadado cuando esta sediento de sangre. Además, ha sabido dotarlo con unos toques de comedia, que no le vienen nada mal a al personaje, y a la película. Y precisamente el reparto actoral, junto con los toques de humor, son lo que hacen que la película sea entretenida. Tenemos a una correcta Michelle Pfiffer, a una sensual Eva Green, un desaprovechado Jackie Earle Haley, lo mismo que la fugaz aparición de Christopher Lee, y también pulula por allí, Chloë Grace Moretz, con un giro final sorprendente, pero fuera de tono. Y también, la que debería haber sido parte importante en el film, Bella Heathcote, que pasa sin pena ni gloria, en parte por culpa del desastroso guión, y en parte, porque no parece estar muy inspirada.
Todo lo burtiniano, se puede disfrutar en esta película, pues esta por todos lados, y es quizá algo que hace que la película no fracase totalmente, junto con lo toques de humor. Porque lo que es el guión y la historia, hace aguas por todas partes. Tras terminar de verla con mi mujer, lo primero que me dijo, fue que parecía un cuento, y es verdad, lo malo es que no esta del todo bien contado, y se mueve en una ,mezcla de géneros que no le va muy bien a la película (algo que sin embargo, en Sleepy Hollow, fue un gran éxito).
En definitiva, una película que se deja ver, y que no es de lo mejor de su director, al que le pedimos algo más, pues ha demostrado su maestría en anteriores ocasiones. Una lástima, últimamente parezca abandonado por su musa.
2 comentarios:
Es una de la películas flojitas de Burton.
Que casualidad más curiosa, verás esta película nos encanta y ayer decidimos volver a verla y siempre consigue hacerte reír.
Somos unos grandes amantes de Burton, para empezar lo consideramos un genio, y fíjate cuanto que nuestra gata se llama Sweeny(en honor a nuestra película favorita suya, Sweeney Todd).
La verdad es que el baile que se organia en esta película, o sea esa danza entre el tenebrismo y cosas oscuras, con la risa y la parodia resultan ser un cocktail excepcional.
Burton es un artista con su elenco asiduo, aunque con esta nos muestra una nueva fasceta pero sin terminar de desligarse de su seña o marca personal.
Un saludín, GoBri!!!
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