La verdad, hace tiempo que vi esta película, y no la vi merecedora de ganarse una reseña. Pero el otro día me acorde de ella, al ver uno de los trailers del nuevo Spiderman, y la recuerdo con cariño, aunque no sea una gran peli.
La película es rusa, y desconozco a los dos directores, y al reparto, no son caras conocidas internacionalmente, aunque me figuro que sí en su país, algo así como si le das al extranjero, una peli con actores españoles de Fuga de cerebros y cosas similares.
La película, supongo que es un intento de saltar al mercado internacional, pues el despliegue de medios en efectos especiales, es abrumador, así como el argumento del film, que huye de los localismos, salvo para las estupendas localizaciones.
El problema que tiene, es que recuerda demasiado al Spiderman de Sam Raimi. Muchos paralelismos a esta película, que no se quedan en una escena u otra, sino en todo el argumento de la peli, pues si cambias coche por araña, tendríamos la copia rusa de Spiderman.
Un chico de instituto, se encuentra por casualidad con un coche que entre sus muchos gadgets, se encuentra la posibilidad de volar. En cuanto empieza a saber manejarlo, se va convirtiendo poco a poco en un superhéroe. A partir de hay, podríamos contar la película de Spidey, y sería la misma, desde la perdida de un familiar por culpa del protagonista, la novia, el amigo del instituto, el trabajo que tiene y su jefe,...
Aunque todo esto, no significa, que la peli sea mala o aburrida, pero tampoco buena, del montón, válida para una tarde tonta sin saber que hacer, e incluso para ver con la familia. Eso sí, hay que ser muy indulgentes con ella, y así hasta le cogeréis el cariño que le he cogido yo con el tiempo, aunque no se si volveré a verla algún día, pues tampoco es tanto cariño, sino más bien compasión por el trabajo que le han dedicado, y que se nota se han esforzado por sacar una película de gran presupuesto, y que sea digna de su país, así como de colocarla de alguna manera en el mercado internacional, aunque en esto claramente fracaso.
Por lo tanto, no es de visionado obligatorio, pero se puede guardar en la recamara, para cuando no hay nada mejor que hacer.
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