
Película de Ridley Scott, dentro del género histórico (sí, a pesar de las inexactitudes).
Reconozco, que la primera vez que vi la película, no me gusto mucho, pero animado por una petición de
Prydwen, desde su magnífico blog
El rincón sin gluten, le di una segunda oportunidad. En este segundo visionado, la cosa cambio, y pude disfrutar mucho más de la película.
La trama nos sitúa en pleno siglo XII, en medio de las cruzadas, donde Godofredo (Liam Nesson), caballero que defiende al pueblo de Jerusalén, vuelve a Europa, para conocer a su hijo bastardo (Orlando Bloom), al cual, acaba llevand

o a Tierra Santa para que tras su muerte, siga con su legado. Allí, Baliant (Bloom), sirve al Rey (Eduard Norton), lo mejor que puede, ya que hay una facción disidente de las maneras del rey, que complican el estado de Jerusalén, hasta la muerte de este. (Es bastante lioso) El nuevo rey, es un déspota, que quiere acabar con los sarracenos, a toda costa, por lo que en el camino, cae abatido en la batalla, y la ciudad de Jerusalén, es sitiada, y defendida por Baliant.
La primera vez que vi la película, se me hacia algo lenta, y en la que algunos pasajes, sobran, no he cambiado mucho de opinión al respecto, pero si que gracias a los actores, con un impecable trabajo, dotan a esas escenas de un buen trabajo. Para algunos, el que se hayan recortado ciertas escenas de batalla, puede ser un alivio, pero para mi, y conocien

do un poco la trayectoria de Scott (a buen seguro le costo lo suyo), le darían esa falta de ritmo que se puede apreciar a lo largo de la película. Sin duda, estas escenas, están muy bien rodadas, y nos meten de lleno en la batalla, en la que podemos además descubrir, las estrategias se uno y otro bando, y no solo la pelea por la pelea.
La imagen y los escenarios están muy cuidados, y cabe destacar que podemos admirar el gran paisaje que domina el castillo de Loarre, ya que fue una de las localizaciones de la película.
Como digo, y a pesar de las inexactitude históricas (como el que sea un europeo el que lleva el regadío al mundo árabe), la película se deja ver, y sus largo metraje, al final pasa rápido.
Para mi no es la mejor película de Ridley Scott (y

reconozco, que me gustan unas cuantas de él, como Alien, Blade Runner, Gladiator,...) pero se puede recomendar, y desde luego, no os dejéis contaminar (como seguro me paso a mi la primera vez), por las voces de la crítica, para que seáis objetivos con la película.
P.D. Se que esta última foto, no pertenece a fotograma de la película, pero permite admirar las inmediaciones y el propio castillo de Loarre.