Posesión infernal (Evil Dead)

Película de los años ochenta, que se ha convertido de culto para los cinéfilos del género de terror de serie B.

Su director fue un joven debutante, Sam Raimi (sí, el de Spiderman), que con los pocos medios que contó, supo crear una obra, que ha pasado a erigirse como punta de lanza del género.

La trama, es bien sencilla, 5 chicos, se van a pasar un fin de semana a una cabaña en un bosque. Allí, encuentran una serie de objetos, que desembocan en una serie de posesiones demoníacas, uno por uno. Dicho así, podríamos pensar que es un argumento simple y muy manido, pero su director lo lleva a una obra cumbre, por su maestría en el manejo de las imagenes, la recreación de la atmósfera lúgubre, y un buen ritmo en las escenas.

Tiene un montón de escenas estupendas, en las que pasas de taparte la cara con las manos, a partirte de risa. Es cierto, que el tiempo no pasa en balde, y que se nota que la cinta ya tiene sus 24 o 25 años, pero se conserva bien, y los efectos, no están nada mal para la época y para el presupuesto con el que cuenta. Quizá algún fallo de racord (¿lo he escrito bien?), pero que pasa completamente inadvertido por lo bien que nos lo estamos pasando.

Los personajes, aunque no tienen la profundidad necesaria, están bien logrados, no destaca ninguna interpretación, salvo la de Bruce Campbell, que con su personaje de Ash, se convirtió en un ídolo a seguir por muchos fans, llegando incluso a crear una película, basada en si mismo llamada "My name is Bruce". Y es que este personaje es fantástico, dotado de una ironía genial, que aunque no sea un gran actor, simpatizas con él enseguida. Su participación en el cine de Raimi, siguió con las otras dos películas que completan la trilogía de Posesión Infernal: Terroríficamente Muertos, y la estupenda El Ejercito De Las Tinieblas. Esto le llevo a convertirse en el actor fetiche del director, y así aparecer con cameos y personajes a lo largo de toda la filmografía de Raimi.

Pero volviendo a la película, deciros, que os lo pasareis de "miedo" si aún no la habéis visto. Eso sí, tener la benevolencia de comprender la edad de la película, y su limitado presupuesto.