Una de las películas más esperadas de la trastienda de los Oscars. No solo porque estamos hablando del ganador del año pasado Alejandro González Iñárritu, sino porque parece ser (todo apunta a ello) que por fin Leonardo di Caprio se llevara por fin la dorada estatuilla.
La película esta basada en una historia real, adaptando la última novela que del trampero Hugh Glass se ha escrito. Glass es un trampero que esta guiando una expedición en la América fría y profunda en busca de pieles para negociar. Un encontronazo con una tribu india, hace que el grupo tenga muchas bajas, y que sea necesario volver al fuerte. Glass los guiara por el camino más corto en su huida, pero desafortunadamente, tiene un accidente y cae medio muerto. Lo aparatoso de su traslado en medio de las montañas y la nieve, lleva a que un pequeño grupo se quede con Glass esperando que sane (si es que lo hace), y vuelvan con refuerzos a rescatarlos. Este pequeño grupo, esta formado por el hijo mestizo de Glass, por otro trampero que solo mira por si mismo, Fitzgerald, y por un joven que se siente en deuda con Glass. Fitzgerald dará por muerto a Glass, y tras deshacerse de su hijo, emprende junto al otro joven su huida al fuerte. Glass que ha presenciado medio moribundo los actos de Fitzgerald con su hijo, renacerá de la tierra, y solo tendrá como meta la venganza, aunque supongo recorrer todo el camino hasta el fuerte reptando cual culebra.
Di Caprio como Hugh Glass esta soberbio. Ya estuvo el año pasado en semejante liza, y al final no se llevó el Oscar, espero que este año sí que se haga con la estatuilla, pues dos años seguidos con un nivel como el que demuestra en El Renacido, tiene que acabar premiado. No se queda atrás Tom Hardy como Fitzgerald. Compone un visceral trampero, capaz de vender a sus padres a cambio de dinero. Domhnall Gleeson y Will Pouter, tampoco tienen mucho que envidiar al trabajo de Leo y Hardy, pero juegan en otra liga.
Rodada por Iñárritu con luz natural y por lo tanto teniendo tan solo poco más de una hora al día de rodaje, el trabajo se alargó lo suyo, pero el resultado es tremendo. Una estupenda composición de paisajes, una fotografía de Oscar, y unos planos maestros (donde por supuesto se encuentran los tan celebrados planos secuencia) demostrando de lo que es capaz el genio de Iñárritu. Es verdad que se le ve un poco la soberbia al director, pero es que es un maestro componiendo escenas y dirigiendo a actores. No me extrañaría volviera a ganar el Oscar.
Intensos y fascinantes planos secuencias, como los 20 primeros minutos y esa batalla en medio del bosque congelado, o como el famoso protagonizado por un osos Grizzly, o ese momento final. Planos que quedan en la retina, y que te meten de lleno en la película. Una película muy inmersiva, llena de espíritu de superación (otra cosa es la motivación por esa superación), y que da muestra de lo que es capaz un padre por la memoria de su hijo. Pocos dialogos, pero con suficiente lenguaje dentro de las imagenes.
En definitiva, una película estupenda, que hay que ver sí o sí, aunque hay que advertir que algunos planos son bastantes duros y crudos por la violencia y las heridas, pero aún con todo, son necesarios para contar lo que nos cuanta Iñárritu. Una buena PELÍCULA, así como mayúsculas.
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