lunes, 7 de septiembre de 2015

Asesino invisible

Gracias al post aparecido en Blogdecine de uno de sus editores Alberto Albuín, recorde esta estupenda película que tenía casi por olvidada. No es un peliculón, sí una obra de culto de la serie B, y que por lo tanto merece mi atención.
Del año 1977, dirigida por Elliot Silverstein, la película se enmarca dentro de las que salieron a colación del estreno en cines de una de las obras primas más celebradas: El diablo sobre ruedas de Steven Spielberg.
En un pequeño y apacible pueblo americano aparece de la nada un misterioso coche con una apariencia bastante monstruosa, que parece no tener conductor, y se dedica a asesinar a los peatones. El coche es escurridizo, y los agentes de la autoridad poco pueden hacer por perseguirlo. Solo el Sheriff Wade parece estar dispuesto a pararlo cueste lo que cueste.
La película desde luego nos trae al recuerdo la estupenda cinta de Spielberg, pero yo me atrevería un poco más, y si nos recuerda a El Diablo sobre ruedas por el protagonismo del coche, su forma de asediar a las víctimas, y sobre todo por los magníficos paisajes desérticos, a mi me recuerda mucho más a otra película de Spielberg: Tiburón. Aunque en la película de Silverstein, enseguida se nos muestra al monstruo de la ficción, al contrario que en Tiburón, también hay que decir que en la mayoría de las ocasiones, las escenas de terror y aparición del coche, lo hace envuelto de ese aire lleno de polvo que precede al ataque, y además toda la polvareda que casi siempre levanta a su paso, también contribuye a esconder en cierta manera al coche. No solo por esto me recuerda a Tiburón por esto, sino por al atmósfera recreada, los paisajes, los Sheriff, y por supuesto los años 70.
El juego a esconder al misterioso conductor del coche, también es otro de los aciertos de la película. Estamos continuamente despistados ante si sera humano, o vendrá de lo paranormal, y no será hasta el final donde por fin sepamos o intuyamos de quién se trataba.
Entre los actores y como coprotagonista junto al coche teneos a James Brolin, que cumple con su papel, aunque tampoco se requiera mucho esfuerzo, lo mismo con el resto de papeles, que como en toda buena serie B que se precie, lo de menos es el trabajo en unas estupendas actuaciones. Tan solo nombrar a Ronny Cox, y a Kathleen Lloyd, pues son las caras más reconocibles junto a la de Brolin.

En definitiva, no es una gran película, pero si que merece un visionado de vez en cuando. Además es una obra de culto, así que no hace falta decir mucho más. La recomiendo.




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