Estupenda cinta de genero, que a pesar de no ser terrorífica, con la atmósfera que logra imprimir, hace que te pegues a tu asiento y sufras por competo la ansiedad, y los miedos de sus protagonistas.
David Robert Mitchell debuta en la dirección con esta película. Es difícil asegurar en que época estamos, y es más fácil clasificarla de atemporal, pues casi todo nos recuerda a las décadas de 1970, 1980 y 1990, pero sin embargo tiene algún detalle que nos trae el presente, como una especie de movil-ebook en forma de concha. Jay es una joven que tras un escarceo amoroso, descubre que su amante pretendía otra cosa muy distinta. Su pretensión era pasarle una especie de maldición que se propaga a través del acto sexual, y que es la única manera de quitársela de encima. Desde ese momento, a Jay la van a empezar a perseguir una serie de espíritus, que aunque no son muy rápidos, siempre llegan a donde ella este. Si es alcanzada corre el peligro de morir, a no ser que antes, consiga deshacerse de la maldición, de la misma manera que le llego a ella.
He leído mucho sobre la película. Se podría decir que gusta tanto como disgusta. Unos la defienden como el nova más en el terror, un aire fresco, y otros que no aporta nada nuevo, y que prácticamente no asusta.
Para mi humilde opinión, estamos ante una obra sobresaliente. Es cierto que la película no utiliza el manido recurso de asustar por subir el volumen de la cinta y aparecer una imagen de golpe. Te va metiendo el miedo poco a poco, junto con la narración de los hechos, y compartiendo sus miedos, sus inseguridades, su angustia. Reconozco también que sobre todo por este último punto, la película no sea para un público mayoritario, y que el que vaya buscando emociones fuertes pueda salir defraudado de su visionado, pero para mi si que supone un aire fresco dentro del genero. He visto unas cuantas películas de terror, y aunque no me considero un especialista, si que me apasionan, y sobre todo por el componente sobrenatural y fantástico en muchas de ellas, aunque no desprecio los momentos insanos de casi arrancar la butaca en alguna que otra escena. En esta ocasión, me atrae mucho más el componente fantastico que el de los sustos. Y alguna que otra escena para enmarcar. Genial la que se desarrolla en una piscina. Verdaderamente inquietante.
Además, la película y sobre todo por su actriz principal, esta muy bien interpretada. Maika Monroe que ya me sorprendió en The Guest, aquí lo hace pero ya para conquistarme del todo. La ves crecerse en cada plano, y hace un trabajo estupendo. Le vaticino un estupendo futuro si sabe elegir sus trabajos. No se que da atrás el resto del reparto, en su mayoría desconocidos en nuestro país, sin embargo no llegan al nivel de Monroe.
Una película de terror gourmet como diría el amigo Enrique Abenia, y que por mi parte no me queda otra que recomendarla. Solo ya con esa ambientación atemporal que tanto recuerda a los años 80 realmente ya me había ganado y si ademas le sumas la dirección, la interpretación y un estupendo guión....
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