Harry el sucio

Atendiendo la petición de Serwan, y como tengo muy reciente la revisión de esta película, voy a dedicar otra entrada a Clint Eastwood. Tranquilos, que este blog, no se va a convertir en un monográfico de Eastwood.

Rodada en el año 71, la película trata de Harry Callahan, un policía de San Francisco, al que por su carácter uraño, y su falta de amigos, siempre le encargan los casos más turbios (de ahí su apodo). En este caso, se trata de Scorpio, un psicópata, excepcionalmente interpretado por Andy Robinson, que va matando a gente indiscriminadamente, mientras no se atiendan sus peticiones de dinero. Por supuesto, Harry, esta en contra de pagar, pero el alcalde, quiere quitarse el "muerto" cuanto antes, y siempre atiende las suplicas del asesino.

Un personaje bien escrito, y una dirección magistral, hacen de esta película, un referente para el cine policíaco. Harry, es un tipo con moral, aunque no lo parezca, y tan solo esta amargado (aparte de por su reciente viudez), por lo podrido que esta el sistema, y de como los maleantes, quedan impunes de sus crímenes, y la única manera de hacer cumplir la ley, es saltándosela, algo que el mismo Callahan odia, pero que comprende es la única manera.

Es una película violenta, pero no resulta gratuita, y por lo tanto esta justificada (si eso se puede llegar a decir) por el estupendo guión. Magníficas escenas, de las cuales, han bebido actores y directores posteriores, ¿no hay similitud en la arenga que le da Callahan a los que detiene con la pistola en la mano: "Se que estas pensando si he disparado 5 o 6 balas,..." con la arenga de Samuel L. Jackson antes de disparar en Pulp Fiction?, ¿o el rescate del suicida, no parece recordar a parecida escena de Arma Letal?....

Los protagonistas, Eastwood y Robinson, bordan su papel. El primero compone un personaje completo, y con mucha definición, y a pesar de ello, impredecible, como cualquier humano, lo que le dota de mucho realismo. Es un policía, al que si le dan una paliza, y le rompen dos costillas, se tiene que quedar en el suelo, y no resucita como si nada para perseguir al criminal. Y el segundo, esta completamente críeble en su papel de loco psicópata, desde su físico de aparente normalidad, hasta todo su comportamiento, y su aparente rechazo a las armas, pero de las que se sirve para llegar su objetivo.

En definitiva, no digo nada nuevo que no se haya dicho ya de esta película, y a buen seguro estoy influenciado de todo lo que he leído de esta película, pero es simplemente un buen ejemplo de cine para disfrutar, desde la historia, los personajes, la realización,.... un diez para Siegel, y para Eastwood.