Toy Story 3

Por fin la he visto, tenía muchas ganas, pues fue mi mujer la que fue al cine a verla con mi hija, y yo he tenido que esperar a verla sentado en el sofá de mi casa. Eso sí, con una compañía inmejorable para ver esta cinta, la familia al completo.

Y es que es una película superdivertida, en la que cabe todo tipo de emociones, desde el cariño, el humor, el amor, la frustración,... en fin un compendio de sentimientos, que para mi solo se daban en las grandes películas de los 80, como Los Goonies, Los Gremlins, Regreso al futuro, y demás. Esto es lo bueno de Pixar, una película que se puede ver en familia, y que cada uno la recibe de manera distinta  (depende de la edad que tengas).

En esta ocasión, Andy, ya ha crecido y esta a punto de entrar en la universidad, por lo que tiene que hacer limpieza de su cuarto. No sabe que hacer con sus queridos juguetes, y tras meditarlo y meterlos en una bolsa para guardarlos en el desván, su madre lo confunde con basura, y acaban en una guardería. Y es entonces cuando empieza la aventura.

Un trabajo fantástico, que parece que no se podía repetir, pues las dos anteriores entregas, eran muy buenas, esta vez, creo que las supera a las dos.
Un guión estupendo, y una dirección potente, nos deja un bello espectáculo de animación, donde en varias ocasiones, pasas de estar partiendote de risa, a tener que contener las emociones.

Un climax muy bien creado, en la que se permiten la licencia de incluso dar miedo, con el temible guardian encarnado en muñeco roto, que hay en la guardería. Y un final que me llego a emocionar (y que no os voy a desvelar).

Muchas escenas para el recuerdo, pero sin duda, unas de las más recordadas, serán en las que sale Ken, el alter ego masculino de Barbie. Este personaje, bien merecería un Spin Off, pues es muy divertido y da mucho juego. También tenemos entre las mejores escenas, la versión de Buzz Ligthyear español, donde se convierte en todo un conquistador Latin lover.

En fin, una película para ver sí o sí, y que te lo pasas pipa, sobretodo cuando la ves con niños. Una lástima que seguramente sea la última aventura que veamos de estos maravillosos juguetes. Una película que trae muchos recuerdos, y que enseña a los niños, que hay algo más que los videojuegos, y que puede ser más divertido: dejar volar la imaginación, jugando con tus juguetes preferidos.