Increíble pero falso (The Invention of Lying)

Comedia escrita, protagonizada y dirigida por el cómico ingles Ricky Gervais.

Interesante en el planteamiento, y divertida, pero que tienes ciertos minutos de la película, que se tornan tediosos.

La película, refleja el mundo actual, pero con una diferencia: los hombres no conocen la mentira, y son incapaces de llevarla a cabo. En este mundo, Mark (Ricky Gervais), va a descubrir como hacerlo, por pura casualidad, y gracias a su don, va ser capaz de pasar de ser un perdedor nato, a convertirse en el hombre de más éxito del planeta.

La película, resulta muy divertida, sobre todo en los momentos iniciales, donde se nos presenta esta curiosa sociedad, donde nadie miente, y además se sienten obligados a decir toda la verdad, sin callarse nada, lo que provoca innumerables gags, a cual más gracioso e interesante a la vez. Es chocante asistir a una cita, en la que tu pareja, no deja de decirte todo lo malo de ti, sin ningún tapujo. O como se etiquetan sin parar las distintas personas que pasan por la pantalla, en cuanto se relacionan entre ellas.
También el planteamiento de como se descubre la mentira, y de como la empieza a poner en practica, resulta sorprente a la vez que cómico. El resto es una comedia más resultona que otra cosa, y se echa de menos el humor acido del protagonista y guionista de la película. Aún así, no deja de ser divertida.

La película, deja escenas para el recuerdo, como ciertos gags, y sobretodo por realidades alternativas que nos presentan sobre nuestra realidad, como es el caso de Coca Cola, o Pepsi (no os cuento más).

Los protagonistas, no lo hacen nada mal, y cumplen, quizás se echa de menos algún personaje que podría haber tenido más presencia, como Jonah Hill. A parte de Gervais, tenemos a Jennifer Garner, y a un recuperado Rob Lowe, que hace lo que mejor sabe hacer de guaperas sin escrúpulos. Y Tina Fey, que es otra que merecía un papel más largo, junto a Jason Bateman, y el genial médico que interpreta.
Además, hay cameos interesantes, y que os invito a descubrir, pues están bien caracterizados: Eduard Norton y Philip Seymour Hoffman.

En definitiva, una comedia agradable de ver, que resulta graciosa, a la vez de interesante, y eso a pesar de contar con varios minutos que no son tan buenos. Os la recomiendo.