lunes, 7 de diciembre de 2009
Moon
Estupenda película de ciencia ficción, con un estilo que nos recuerda a las de antes.
Ya presagiaba que la película me iba a gustar, a lo que me ayudo Javi Diaz (sin duda), pero me ha dejado boquiabierto, aunque reconozco que como fan del género, es fácil quedarse conmigo.
La película narra la vida en una estación lunar del único habitante que la puebla: Sam Bell (Sam Rockwell). La estación es una explotación minera, en la que casi todo esta robotizado, y por eso tan solo requiere la presencia de un humano. Se acerca el final de su contrato (tres años), cuando de pronto aparece en la Luna, una persona que se parece mucho a él mismo... y lo dejo hay para no desvelaros mucho.
Su director es Duncan Jones, hijo del cantante David Bowie, que tras este estreno en la dirección tan bueno, sin duda ya no será su padre un referente para hablar de él. Compone una magnífica puesta en escena, plagada de homenajes a otras películas de ciencia ficción., a mi me vienen a la memoria Blade Runner, 2001, y la magnífica Cuando el destino nos alcance (de la cual tengo pendiente la entrada), pero no solo esas, sino que tiene muchos referentes, y aveces parece un sofrito de todos ellos, menos mal, que están tan bien conjuntados, que puede pasar de largo.
Una película con un presupuesto mínimo (a penas 5 millones de dolares), y que entretiene desde el principio al fin. Y más aún, con tan solo dos actores en escena, Sam Rockwell, y Kevin Spacey (Gerty).
Los dos actores están soberbios, y por supuesto el que vemos siempre en escena, Rockwell, que logra una interpretación única, y que seguramente recordemos durante muchos años, sentando el precedente de recordar la película por la interpretación de su protagonista antes que por el conjunto de la obra. Y por otro lado esta la voz de Kevin Spacey, que nos hace recordar y mucho a HAL de 2001, y que con su voz, sabe darle ese aura de misterio a Gerty (he visto la película en versión original, por esto lo digo).
Una película, que aunque sea de Ciencia ficción, no tiene el despliegue de efectos especiales de los últimos tiempos, y es algo que se agradece, pues en esta película, lo que realmente importa, es la historia, y el comportamiento del protagonista ante los cambios que se van produciendo en su entorno, y en si mismo, lo que nos da que pensar, y se podría decir que esta abierto a varias interpretaciones, aunque su director, nos deja clara cual es su visión.
Meritorio es que con tan solo un actor en escena, la pelicula no pierda fuerza en ningún momento.
En definitiva, una estupenda película de las que no se puede uno el perder. Os la recomiendo sinceramente.
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2 comentarios:
Las películas de un sólo actor (Soy Leyenda, por ejemplo) tienen la dificultad de entretener en todo su metraje. Ésta supera esa dificultad sorprendentemente con muy pocas argucias. Casi diría que Duncan Jones ha conseguido convertir un relato que daba para un corto en una película que mantiene el misterio hasta el final.
Coincido contigo, es una de las mejores películas del año.
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